Y ya no se buscan supervivientes entre los escombros, al parecer muchas casas tenían sal marina en sus estructuras, cosa que estaba prohibida ya que era una zona de peligro sísmico pero como abarataba los precios de construcción pues eso, la avaricia es lo que tiene.
Mis condolencias a aquellos que lo han perdido todo en el terremoto y sus replicas.
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